Primero las anáforas como preludio
Te apuesto mi cara de Leonardo (esta que hoy no tengo,
porque traigo el cabello trenzado todavía y sí, parece de Ana o de Michelle, de
Mich no porque odio Mich) a que voy a hacer una locura, sí, de esas que les voy
a contar a los nietos o a los gatos, porque como dice la mamá de Fer, nunca
digas que de esa agua no beberás.
Te apuesto la cara de Leonardo que entre mamá, Sandy y
Rubén se encargan de encerrar, ¡joder!, tengo cara de Leonardo algunas
veces, y ya, no sé qué les da miedo, en fin, esta cara la apuesto porque
sospecho que el verano trae consigo un montón de nuevos colores, aunque
probablemente pase muy poco o no pase nada, siento que quizá no pase nada, aún
así quiero, como dicen las personas, “salar” las cosas, o sí, no sé, si es sal
del mar que bañó los pies de esa María bonita.
En la vida real, con Fer Franco
Mis dudas y miedos se vieron disueltos casi por obra
de magia por la enigmática y hermosa Fer Franco, que hoy al pedir su taxi dio
el apellido Hernández, en fin… en ella todo es caótico y perfecto, así, ella
tiene las respuestas a esas cuestiones que no estaban siquiera bien planteadas,
mis ojos y mi corazón no dejan de asombrarse con la complejidad de esa mujer
que habla de Van Gogh, de la psicología conductual de los colores cálidos
elegidos para los restaurantes, de tequila, mezcal y vino, la sífilis de van
Gogh, el amor, el desamor, la industria farmacéutica y el ámbito clínico, es
una de las mujeres que más admiro (sí, tengo una lista en la que figuran
mujeres de Amecameca, Tejupilco, Zacatecas, etc.), y por supuesto, una de las
que más quiero; y así la pasta, el vino y la pizza nos llevaron de las seis y
media de la tarde a las nueve de la noche, también nos devoramos los minutos.
Entre nuestra plática, la cuestión laboral y familiar,
por supuesto, se hicieron partícipes, pero seguramente se lee entre líneas que
estos temas no eran el postre, pues en efecto, no lo fueron, y también se
adivina cuál tema sí lo fue; ¡exacto! La cuestión sentimental, lo que comentaba
es lo que a muchos nos pasa y nos perturba, lo que a otros no les apetece y
rehúyen y eso que a muchos les aterra. Es más fácil describirlo con colores que
con palaras, no quiero herir sensibilidades pero como es mi post y mi blog,
realmente no me importa, pues “eso”, hace referencia al rómpete la madre (Porras,
2017), claro, en la cuestión sentimental (específicamente en el amor romántico
y no, no soy cursi), después de ponernos al tanto en nuestras vidas, la de ella
tan hermosa y llena de… todo y la mía sosa, le hablé de este aburrimiento y
apatía que ya he mencionado y que a todos ya nos hartó (sí, a mí también),y de
esa rectitud y salud (falsos) que varios se encargan de meter a su vida a
fuerza del qué dirán y la moral, etc. las cosas de flojera ínfima con las que
volteamos los ojos.
Me encanta porque ella no te dice qué hacer y qué no,
te da perspectiva y te quita la banda de los ojos para mostrarte escenarios,
todos distintos, tú solo llegas a la respuesta.
¡Pues si quieres decirle, dile mujer!
En la semana, una amiga me platicaba de sus facts amorosos,
el chico que me quiere, pero que me gusta una pizca, aunque es “buen muchacho”
(como dicen las abuelas y algunas mamás, la mía no porque es maravillosa y me
heredó su naturaleza un poquito sínica), y el tipo que me encanta pero es un
patán, y la pregunta de la que nos quieren hacer responsables siempre, acaso
sospechando que les dirá uno arriésgate (Bernal, 2017), y no, mi comentario,
porque no es un consejo, es, aunque suena barato deben hacer lo que quieran,
que es lo mismo que, lo que tu corazón quiera, aunque ni es el corazón, pero hay
que culpar a algún órgano; ¿pero eso es lo correcto?, ¿eso me hará bien o
feliz?, no sé, les respondo, yo cómo podría saberlo, haz lo que quieras y
aunque tengas miedo sé valiente de que puede ser algo mirífico o todo lo
contrario, no hay garantía de nada, pero es la vida, estás viviendo y siéntete
feliz, hay mucha gente amargada, mala y fea, pero yo te quiero mucho y lo que
decidas está bien, y te apoyo, si te caes te ayudo. No seas destructiva, confía
en ti, sé que eres lista e inteligente; de todos modos, si necesitas abrazos te
daré los que quieras.
Los comentarios de Fer siempre son más acertados, su
respuesta después de tomar el vino con moras que nos encantó fue: dile; si
quieres decirle, pues dile. Pero… (era muy gracioso, no había pero).
Fumé el tercer cigarro del año, subí al taxi, escribí
el mensaje, levanté la vista y le di enviar
Decir que no espero nada es mi primer mentira, el amor
como lo menciona el odioso de Fromm es no esperar nada, pero es más divertido
cuando te dicen “yo también”, de todos modos, no espero nada; ya con haberlo
dicho, como Víc siempre me dice, legitimar el sentir, me siento libre.
Mi segunda mentira fue decir que sólo me gustaba muy
poquito.
Quiero aclarar (aunque a nadie le importa) que casi
estoy segura estas maripositas nacieron desde hace años, no son de hoy,
hoy de buena gana las dejé salir. No es algo que yo haya elegido para este mes
o lo que los adultos dicen “esta etapa de mi vida” (¿qué diablos significa
eso?), como sea, con la dopamina todo es sutil y bello, las polillas a mí me
dan miedo porque son inteligentes y si les soplas para que se vayan te atacan,
¡juro que te atacan!, pero con mi coctel de neurotransmisores nocturno, la
polilla ocre que pasa cerca de la lámpara lejos de inspirarme miedo, me parece
preciosa. Es sutil y bello, al menos concienciamos que estamos dopados ¿no?
Lo que dije, porque amo el drama, fue: Por cierto, en
mi vida, la protagonista soy yo, yo y quien yo decida, así que nada está dicho
aún, y ya. Cambio y fuera.
Me encanta la invasión, lo bélico; como me respondió
él, lo complicado, me gusta su canción (Lemonade de Great Profile) y él, esta noche no sé nada más
que eso. Ah y que es el cumpleaños de papá, ¡feliz cumpleaños papá!