Nada va a pasar hasta que no me digas que quieres jugar.
Pero va a ser un secreto, besos en secreto, no importa el pasado y no habrá futuro, por cierto, las letras pequeñas hablan de mis pesadillas de la madrugada y de que a esa hora te voy a llamar.
Te voy a hacer las preguntas que nadie hace:
¿cómo se siente el otoño?
¿de que color es el agua?
Y tú preguntarás cosas que no voy a responder. No importarán nuestros amores ni nuestros días, solo la mente, ¿qué piensas, qué miras, qué lees, qué sueñas?
Es un juego para conocernos las infancias y las risas, para comer helados juntos y no olvidarnos.
¿Juegas?