Tal vez un día deje de extrañarte
Tal vez un día deje de llorarte
Quizás el dios del desencuentro se apiade de mis cristales de sal
No lo sé
Quizás se me acaben los suspiros y me dejen de salir tantas mariposas
Quizás entre tanto llorar el mar se me termine
Quizás la serenidad llegue algún día a estas olas que hoy golpean con odio los peñascos de la imposibilidad
Tú has perdido algunas horas
Yo he perdido el aire
Tú tienes fastidio
Yo tengo que sobrevivir
Las horas dulces, las pocas, las he pagado con mi último aliento
¿Qué me quieres?
Tú te incorporas a tu rutina
Yo espero poder respirar
Espero poder vivir