Para
leer escuchando Wrecking Ball de Mother Mother
Tal vez estoy en tu mesa, o en la
de a lado, quizá estoy en la barra o te abrí la puerta cuando apenas entrabas,
sin que me vieras, sin que sintieras cómo inhalaba tu perfume.
Tal vez te odio porque no te
entiendo, tal vez ni siquiera te odio, no me respondas diciendo ¿qué es el
odio?
No sé, quizá mi cabello es oscuro
y corto o largo y rizado, quizá te veo de frente mientras pienso que eres
detestable, y cuento los lunares de tus hombros.
Quizá te admiro en secreto o solo
eres diferente y me fascinas, muy a mi pesar.
Quizá tu voz me ha encantado, tus
ideas y tus ademanes, esa manera de cuestionar todo y de estar en mi contra
para después defenderme ante los demás y ponerte de mi lado.
Quizá mientras platico con mi crew de esa última conquista que nada
importa, estoy viendo a lo lejos, como él toma tu mano, sin que te inmutes,
mujer de colores y sabores.
Tal vez me he rendido a ti desde
el principio y eso es lo que me jode, me incomodas tú, me incomodan ellos
notándolo y tú sonriendo con tanto cinismo. Te detesto por pensar tanto, por poner
escenarios que no esperábamos.
Detesto cómo cada uno de nosotros
queremos acaparar tu atención en esta mesa mientras observamos tus labios rosas
decir tanto, estar en desacuerdo con cada uno de nosotros y al mismo tiempo mirarnos
con tanta aprobación.
Me jode notar cada movimiento de
tus hombros, de tus labios, de tu cuello.
Me jode cómo lo miras a él cuando
hablas de... ya no pongo atención.
Me jode cuando miras al otro para
reír y decirle que es increíble.
Ponme atención maldita, debate
conmigo, escúchame, déjame mirarte y derretirme en tus ojos, sin que te des
cuenta, sin que yo lo haga
Cada gesto tuyo, coronado con una
curiosidad infantil.
Quizá tengas que fascinarme hasta
la locura en el más arrebatador de los secretos.
Quizá mañana le cuento a uno de
ellos y dentro de seis años resulte que te enteres y te sientas incómoda.
Pero no dejes de hablar, de
fascinarme, sigue preguntando tanto, sigue hablando, sigue riendo y sonriendo,
mátame, si no te miro es porque eres peligrosa, pero me encantas, quizá mi
corazón late más rápido y mi cerebro se parte.
Eres insoportable.
Ojalá la noche no termine,
Ojalá él te aburra y… dijiste que
no habían finales felices, este será tristísimo.
Ven, destrúyeme.
Ven, destrúyeme.
Un trago de cerveza, otro, otro,
la noche más triste cariño.
Te bautizo como mi noche más
deliciosa, mi noche más triste.