Recomendación de lectura: escuchando Aline de Therapie TAXI, en volumen bajito
Toda la dignidad, la mía, adolescida por una ola de vulgar aguamarina, sosa y bañada por la intimidad de una noche deliciosa.
El el centro del mar, te encuentras tú, recuerdo fugaz y adormecido, inalcanzable, impenetrable e infinito.
Los milenios descansan en tu frente, justo a lado de la soberbia y la altanería.
De nuevo, como con Narciso, los cabellos (esta vez dorados) son adornados con los olivos más ridículos y crueles.
Sé que estoy jugando con fuego, mañana por la mañana no podré soportar las quemaduras y las cenizas tampoco
Afrodita, Diana, Atenea, les pido, que esta noche y siempre, me pertenezca.
Cariño, tengo 5% de batería, declárame tu amor o muere.
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