sábado, 23 de marzo de 2019

El primer rocío de la mañana










Todo me alejó de ti, tú conducías y me mirabas, un poco con burla y con un interés que jamás entendí de dónde nacía, pero al final todo me alejó de ti, para entonces yo estaba mudando de piel, dormía como duermen las deidades que están a punto de sucumbir a la mutación, y morir en esa primer forma física, dormía con lirios amarillos y vainas de flores moradas, la vida se convertía en suspiros entrecortados, no conocía otra forma de materializarme.



Me alejó de ti tu naturaleza escultórica de Bernini, cada paso tuyo estaba santificado y coronado con la certeza de los vencedores, un triunfo de Heracles, irresistible.


Todo me hacía desvanecerme. El primer rocío de la mañana y el cielo de la tarde, las atmósferas tibias y el calor abrazador. 













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