miércoles, 8 de agosto de 2018

Aseveraciones







Si te acuestas una noche de domingo y a las doce y tantos de la mañana de lunes sigues sin poder dormir, creo que el insomnio no solo es de domingo, es también de lunes.


En la mesa, tres duraznos enormes sobre una charola de plata, aterciopelados y rebosantes de salud, con ese color benévolo, prometen las risas juveniles de primavera, la maldad y la desidia.


Ninguna cantidad vergonzosa de tazas de té te ayudarán a dormir y ninguna cantidad escandalosa de cafeína te ayudará a despertar.
Sigues en el país de las malditas maravillas.


No puedo moverme, estoy en-can-ta-da (como el juego, no es disfrute), si me tocas, me salvas. ¡No te atrevas!



Hoy cierra los ojos y luego deja de pensar.






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