lunes, 10 de diciembre de 2018

El invierno es el pretexto
















Hoy mientras salía de planta, del proceso de manufactura de una forma farmacéutica semisólida me daba un ataque de risa porque estaba realmente cansada y quería irme, y claro, sólo por eso el destino me puso junto al grupo de mantenimiento que recibía una capacitación, en fin, el punto es que tardé en el elevador más de lo normal, pues sí, porque ya quería irme *cara de ironía*. Mientras estaba en el elevador, y después del ataque de risa a escondidas, que nadie pudo ver porque estaba hasta el fondo, con unos diez chicos, me puse a pensar que este invierno, lejos del estrés académico-laboral, no creo que lo vaya a padecer tanto, desde el punto de vista de la saturación visual, yay, hablo de las luces navideñas y los árboles y todo ese color rojo que lastima, en ese momento recordé mi color de cabello…

Ayer mientras recogía algunas cosas en la habitación de la casa de mis progenitores (lo pongo en cursivas porque la palabra es apropiada y vintage rayana en lo cursi, no porque dude de la herencia genética) encontré un tinte color rosa que compré hace algunos meses y me coloqué en el cabello, el resultado fue… al principio era de un coral un poco pronunciado, que me emocionó, y por la noche cuando llegué a casa me asustó, creo que no estaba emocionalmente preparada para ese color, después tomé una ducha y el agua que caía tomó un poético color rosa, supongo que lo apliqué no del todo bien porque ¡ploop! El color desapareció (inserte aquí una analogía del amor que termina orgánicamente y ¡ploop!, pasa), y bueno, esa es la historia insignificante del color del cabello.


Como sea, creo que me sienta bien estar lejos de las luces navideñas, de esos ritmos decembrinos de canciones que hostigan y de todo ese color, recuerdo que antaño, aunque no me gustaba, creía que era como triste no adornar y entrar a ese caótico mundo de las festividades, pero la verdad es que no, y no me avergüenza aceptarlo, aunque claro, es bonito ir a la casa de mamá y tomar una bebida caliente mientras lees o ves televisión y el árbol prende y se apaga, prende y se apaga, pero es solo un día; estoy en una etapa (hasta ahora la más prolongada que parece no ser uno de mis arranques de locura) de minimalismo con un approach en lo sentimental, en lo emocional, en lo laboral, yay, claro, y bueno, en varios ámbitos. Quiero aclarar que desde antes de la incursión de las cinco eses (5s´s) en el trabajo, ya estaba yo incursionando a esto del minimalismo, ahora sí de verdad, súper curiosamente mi mejor amigo me había mandado un vídeo de lo mismo: “No tiras nada, porque sólo tienes lo necesario”, ¡claro!, como me dijo la terapeuta “me había caído el veinte”, aunque supongo que debe existir una palabra que signifique lo entiendo porque hablo español y lo puedo entender y otra palabra que signifique ahora lo entiendo porque lo he hecho parte de mi proceso cognitivo… ¿podría ser aprehender?, creo que sí.


Y ya, me gustaría decir que este es mi último post del año y que los dejo descansar de tantas nimiedades y renglones melosos y fastidiosos pero no prometo nada, que a mí tampoco me agrada tanto derramarme en las páginas eh, no me gusta lo que “escribo”, y si ustedes se fastidian de mí, de verdad no tienen idea de lo que es fastidiarme conmigo misma, aunque graciosamente algunos parecieran que lo disfrutan, hace unas semanas en una cita, mi cita, precisamente, me preguntaba ¿con quién más platicas así, de esto?, refiriéndose a con quién más platicaba de esa manera y de esas cosas, empezamos con cine, pasamos al surrealismo, a la botánica y terminamos en la definición de cada uno de “perfección” (quiero apelar a mi favor que aunque pareciera que esto es una rutina mía, en realidad me he dado cuenta de que me aburro porque pareciera que las personas delimitan el sendero de las conversaciones… por eso siento que me aburro conmigo misma porque, curiosamente, me hacen tocar los mismos temas), a mí me gustó más la mía; por cierto, la de él parecía sacada de un manual de ingeniería, claro tenía que hacerle justicia a su formación; yo no había entendido que su pregunta era retórica y le respondí que con mis dos mejores amigos, con Brave, con mi hermanito, con Porras… hasta mucho después que me dijo que él sólo hablaba así conmigo… entendí a qué se refería.

Y espero que si bien, no lo disfrutan, al menos encuentren las “aches” que me hacen falta y las comas de más o de menos (BTW, gracias Jims, sé que jamás me lees, pero igual te agradezco), y si no me disfrutan y les fastidia, pues igual está bien, ahora somos más del team de los fastidiados por  Michelle.





PD. La foto es mi yo bebé, con cara de terror, con un fondo de noche buenas, ¡obviamente era la foto más Ad hoc! *risas*. 
PD.2 No dí recomendación de lectura porque obvio deben leer el post con las cancioncitas de las luces navideñas. 







No hay comentarios.:

Publicar un comentario