Para
leer con My Boy de Billie Eilish
Le muerde a la manzana cubierta
con ese caramelo rojo que deja ver la carne de la fruta, me gusta ver cómo se
come la manzana, me encanta, aunque sólo piense en darle un beso y el momento
se vuelva insoportable.
El sol me molesta porque me da de
frente, mis ojos, tengo la seguridad, tienen ese color ámbar, de todos modos no
puede verme porque está cerca de los geranios comiendo la manzana, dándome la
espalda. Las nubes están estáticas en el cielo azul, azul, y todo lo que ocupa
mi mente es el sabor del caramelo en mis labios, en los suyos.
Me gusta por demente, ese jersey
de punto es una mentira, a pesar de que inspira tranquilidad, desata los peores
huracanes en las personas; y a escasos dos metros de mí suena el caramelo
rompiéndose en su boca, cierro los ojos y me estremezco a pesar del día tan
soleado. Creo... creo que me gustan más las personas que se ensucian la boca al comer la manzana.
La insolencia la trae en la nuca,
en ese lunar acariciado por los rayos del sol, qué insoportable estar tan
cerca. Podría acercarme y pedirle un beso, podría acercarme y robarlo, pero es
tan cómoda esta escena, y tan hermosa…
No pongo atención a lo que dice,
veo sus ojos, la manera en la que voltea el cuello, su sonrisa, saboreo su
sonrisa a caramelo y manzana, hoy esto es la vida, el sabor del caramelo rojo y
la manzana.
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